Rechazado el reembolso de un test genético para dosificar warfarina
La decisión de la agencia federal estadounidense, que administra, entre otros, los programas de salud pública para mayores de 65 años y pacientes con pocos recursos, ha causado división de opiniones entre las sociedades científicas norteamericanas. Mientras tanto, la propia FDA sigue recomendando (aunque no exigiendo) la utilización de un test genético para los pacientes que comienzan esta terapia.
Cada año se estima que más de un millón de personas inician un tratamiento con el anticoagulante warfarina. Determinar la dosis más adecuada del fármaco para cada individuo resulta extraordinariamente complejo y, de hecho, decenas de miles de pacientes son hospitalizados cada año debido a las complicaciones que se derivan de esta terapia.
Algunos estudios han demostrado que la utilización de tests genéticos permite establecer de manera más rápida la dosis idónea para cada paciente; sin embargo, Medicare señala que aún existe insuficiente evidencia de que esto se traduzca en un menor riesgo de aparición de coágulos sanguíneos o hemorragias en los pacientes. Los tests de respuesta a warfarina, que cuestan entre 50 y 500 dólares, examinan las variaciones en dos genes específicos cuya relación con la respuesta a warfarina ha sido demostrada en estudios previos. El gran reto al que se enfrentan los especialistas es integrar estos datos genéticos en los protocolos habituales de manejo clínico de los pacientes (véase comentario reciente en la sección de Journal Scan).