España, a la cabeza en producción científica y a la cola en rentabilización industrial de la Biotecnología.

España es la cuarta potencia de Europa en artículos científicos de biotecnología publicados, pero necesita rentabilizarlo industrialmente. La advertencia es de José Luis Jorcano, director general de Genoma España (GE), fundación pública estatal que ha descubierto una tremenda paradoja al estudiar la situación: esa generación de conocimiento es aprovechada por otros países..
Analizada una muestra de 87 de nuestros investigadores más activos, el 40% figura como autor de una publicación de base en las solicitudes -más de la mitad firmadas por compañías norteamericanas- de patentes estadounidenses.

Jorcano, que define a España como “un país bio-optimista” porque “no ve tantos peligros e incertidumbres en la aplicación de la Biotecnología”, considera que nuestro “gran potencial científico ofrece una gran oportunidad en el actual contexto de recambio tecnológico muy rápido”. “Es un tren que no podemos perder”, remacha, y no sólo se trata de asegurar las mejores investigaciones, sino de que sean de interés para las empresas y para las comunidades autónomas.

A juicio del director general de GE, “falla la mentalidad social para la generación de empresas, falla la incentivación -hay que juzgar por el número de patentes y contratos, no sólo por las publicaciones científicas- y fallan los inversores de capital riesgo”.

A pesar de todo, las empresas biotecnológicas se han multiplicado por tres en dos años, hasta sumar 360, de las que 120 se han especializado en ese ámbito al dedicarle más del 80% de sus inversiones. Todavía es una cifra modesta, que queda lejos de Reino Unido, Alemania o Francia, pero el sector está creciendo rápidamente y de manera consistente, con compañías muy competitivas.