Cualquier persona en los Estados Unidos dispuesta a compartir su datos de salud y a dar una muestra de sangre con fines de investigación debería ser incluida en la Precision Medicine Initiative (PMI), una iniciativa anunciada a principios de año por el presidente norteamericano Barack Obama. Así lo ha solicitado un grupo de trabajo de expertos académicos, del gobierno y de la industria, que han dado a conocer un informe de 100 páginas que sienta las bases de cómo el NIH (National Institutes of Health) podría organizar esta cohorte de investigación. 

El NIH tiene programado recibir 130 millones de $ para armar una cohorte de al menos un millón de personas cuyos datos de registros –médicos, perfiles genéticos y metabolómica, microbiomas, exposición ambiental y hábitos de vida- puedan impulsar la investigación y avanzar en la comprensión de las enfermedades.