Se confirma el poder protector de los retrovirus endógenos

El 8% del genoma humano consiste en antiguos retrovirus, un tipo de agentes infecciosos que integran su ADN en el genoma de su víctima como parte de su ciclo de reproducción y generación de nuevas partículas virales. Estos retrovirus endógenos (ERV, por sus siglas inglesas) perdieron su capacidad infecciosa hace millones de años, durante la evolución de nuestros ancestros. Su presencia ha desconcertado a generaciones de genetistas, que solo han podido conjeturar que son una especie de parásito genómico, un residuo inútil de infecciones pretéritas, un ejemplo del denominado “ADN egoísta” para el que no hay que buscar ninguna función.
 
Los genetistas Nels Elde y Cédric Feschotte, de la Universidad de Utah en Salt Lake City, publican en “Science” un trabajo en el que se demuestra todo lo contrario, al menos para algunos ERV del genoma humano. Sus datos demuestran que muchos fragmentos de ADN viral repartidos por el genoma forman parte del sistema inmune innato, una primera línea de defensa contra todo tipo de agentes infecciosos, menos específica pero más rápida que los anticuerpos y los linfocitos.
 
Los investigadores de Utah han utilizado técnicas bioinformáticas (la ciencia de la computación aplicada a los genomas) para localizar los elementos de ADN de origen viral que están cerca de los genes que forman la red coordinada del sistema inmune innato. Encontraron en las proximidades de esos genes fragmentos de ADN pertenecientes a 27 familias de virus y transposones (relacionados con los virus, pero solo activos dentro del genoma, sin capacidad para infectar otras células). 20 de esas 27 familias provienen de retrovirus endógenos.

 

Fuente: Science

Artículo original: Chuong EB et al. “Regulatory evolution of innate immunity through co-option of endogenous retroviruses”. Science  04 Mar 2016. Vol. 351, Issue 6277, pp. 1083-1087