España se suma al estudio farmacogenómica en niños con problemas de crecimiento.

España participa en un estudio encaminado a la futura terapia individualizada para niños con problemas de crecimiento. Tres niños españoles con trastornos del crecimiento producidos por el déficit de hormona de crecimiento se han incluido en un estudio piloto mundial que supone un primer paso para, en un futuro, permitir que los pacientes reciban medicamentos de acuerdo a su perfil genético.
Los tres niños, que están siendo tratados en el Hospital Miguel Servet, de Zaragoza, son los primeros pacientes de nuestro país que participan en un estudio experimental que tendrá en cuenta los factores genéticos a la hora de la futura administración de la terapia más adecuada. 

Se trata del primer estudio farmacogenómico de estas características a nivel mundial dirigido a predecir la respuesta al tratamiento con hormona de crecimiento que incluye a niños deficitarios de hormona de crecimiento y niñas con síndrome de Turner de nuestro país. Este estudio en Fase IV analizará múltiples genes implicados en el crecimiento. Para ello, se estudiarán 326 pacientes pre-puberales de todo el mundo que van a iniciar tratamiento por primera vez con hormona de crecimiento. “Hemos incluido a dos niños con déficit de esta hormona y a una niña con síndrome de Turner para conocer mejor la fisiopatología del crecimiento y desarrollo desde el punto de vista molecular en estas situaciones”, afirma el doctor Ángel Ferrández, del Hospital Infantil Miguel Servet, de Zaragoza, y responsable, junto a los doctores E. Mayayo y J. I. Labarta, de la inclusión de los primeros pacientes españoles en el ensayo.

En el proyecto participarán asimismo los hospitales de La Paz y Gregorio Marañón, de Madrid, Hospital del Valle de Hebrón, de Barcelona, Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria, y Hospital Carlos Haya, de Málaga; en total, se espera que unos 60 niños españoles se sumen a esta iniciativa durante 2006. En España, más de 11.000 niños presentan problemas relacionados con unas predicciones de talla adulta insuficientes y una de cada 2.500 niñas nacidas tiene síndrome de Turner, una alteración cromosómica que tiene como consecuencia talla baja.