Algunos probióticos podrían mejorar la impulsividad en fibromialgia
Un estudio detecta que microorganismos comunes en algunos alimentos podrían facilitar los cambios de tarea y favorecer la capacidad de adaptación de los pacientes con fibromialgia. Investigadores de las universidades de Almería y Jaume I de Castellón, han detectado efectos beneficiosos del consumo de bacterias comunes en los productos lácteos fermentados. Enfermos de fibromialgia han mostrado una reducción de la impulsividad en la toma de decisiones, mejora en los cambios de tarea y en la capacidad de adaptación.
La fibromialgia es una enfermedad crónica que se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado, con una exagerada hipersensibilidad (alodinia e hiperalgesia) en múltiples áreas corporales y puntos predefinidos, sin alteraciones orgánicas demostrables. Se relaciona con una gran variedad de síntomas, entre los que destacan la fatiga persistente y el sueño no reparador. Además, suele coexistir con otros trastornos reumatológicos y psiquiátricos. Los pacientes con fibromialgia muestran una alta prevalencia de síntomas gastrointestinales.
Recientemente, se ha descubierto que los microbios del intestino podrían regular los procesos cerebrales a través del eje cerebro-microbiota-cerebro, modulando esta afección, motivación y funciones cognitivas superiores. Por lo tanto, el uso de probióticos podría ser un tratamiento que podría mejorar el estado físico, psicológico y cognitivo en estos pacientes. Este artículo publicado en la revista Nutrición Hospitalaria presenta un estudio piloto doble ciego, controlado con placebo y aleatorizado. El objetivo del ensayo era explorar los efectos de ocho semanas de terapia con probióticos en pacientes con fibromialgia como el dolor y la calidad de vida. También, se analizaron aspectos emocionales, como la depresión y la ansiedad, y síntomas cognitivos: atención, memoria e impulsividad. Los investigadores analizaron los resultados a través de cuestionarios, tareas cognitivas y medidas biológicas de cortisol urinario y heces fecales.
Los resultados mostraron que tras un tratamiento de ocho semanas con probióticos, los pacientes presentaron un mejor desempeño en tareas cognitivas y una mejora en los síntomas emocionales y físicos. Las mejoras podrían estar asociadas a procesos de cambios en el cerebro a través del sistema límbico (estructuras cerebrales que regulan las respuestas fisiológicas a determinados estímulos), pero todavía se desconocen los procesos puestos en marcha en el eje intestino-cerebro.
Investigación Original: “Probiotics for Fibromyalgia: Study design for a pilot double-blind, randomized controlled trial”. Pablo Roman, et al. Nutrición Hospitalaria (2017) DOI: http://dx.doi.org/10.20960/nh.1300
Foto: flora intestinal
Fuente: National Institute of Allergy and Infectious Diseases, National Institutes of Health