Según un estudio publicado por científicos de la Universidad de Washington en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences”, se ha desarrollado una nueva técnica de investigación que ayuda a buscar aquellos genes capaces de variar la respuesta de distintos pacientes ante los mismos fármacos. (12-08-2004)

Encontrar estas relaciones, significa hacer una amplia búsqueda entre aproximadamente 33.000 genes que tiene el organismo humano. La única opción que tienen los investigadores es confiar en encontrar alguna reacción en algún paciente, o realizar un extenso examen de todos los genes y aquellas proteínas que interactúan con un medicamento determinado.

Un nuevo sistema robótico diseñado por investigadores de la Universidad de Washington es el encargado de hacer la mayoría de estas búsquedas , según un reciente estudio. De esta manera se pueden encontrar de forma rápida las potenciales conexiones entre dos fármacos utilizados en quimioterapia y dos regiones del ADN humano que contienen aproximadamente 100 genes cada una.

Este grupo de científicos ha expuesto células de más de 400 línea celulares a la interacción de dos medicamentos utilizados en quimioterapia, -5-fluorouracil y docetaxel-. Aunque las células no sean cancerígenas, el tratamiento puede matar a ambas –sanas y alteradas-. Las células cancerígenas suelen ser más sensibles a los efectos de la quimioterapia, pero son muchos los factores, -incluida la base genética-, que pueden hacer variar esta susceptibilidad.

El sistema de investigación busca líneas celulares en las que sea evidente el incremento de sensibilidad, demostrado con un alto número de células muertas ante bajas dosis del fármaco.

 

Según este trabajo, a medio plazo los pacientes que sean particularmente sensibles a la quimioterapia podrán ser tratados con dosis reducidas, para así minimizar los efectos secundarios. Los pacientes más resistentes necesitarán dosis de medicación mayor para asegurar los resultados.