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INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN SALUD: RETOS ÉTICOS Y LEGALES

Hoy en día los sistemas de información, y en concreto la Inteligencia Artificial (IA), están jugando un papel muy importante en la transformación digital de nuestro entorno.

Informes Anticipando Inteligencia artificial en salud: Retos éticos y legales

La IA busca emular la inteligencia humana a través de algoritmos y herramientas computacionales para generar conocimiento de manera autónoma a partir del análisis de gran cantidad de datos.

El número de aplicaciones de IA aumenta exponencialmente, siendo cada vez más complejas y sofisticadas. Además, también son más las áreas en las que encuentran aplicación, desde el sector financiero hasta el sector sanitario. En concreto, en este último campo, se prevé que las herramientas de IA contribuirán a la realización de tareas sencillas y repetitivas que consumen el tiempo del personal sanitario, liberándoles para que realicen otro tipo de tareas asistenciales de más valor. Pero también a la resolución de problemas complejos de salud, como la detección de la predisposición a desarrollar enfermedades, la detección de portadores de enfermedades hereditarias o la predicción de la respuesta individual a tratamientos.

Estos algoritmos de IA se sirven para su desarrollo y aprendizaje del uso masivo de datos que pertenecen a los individuos. Es necesario tener en cuenta que los individuos tienen derechos sobre sus datos, que hay que respetar, y el hecho de que las herramientas basadas en IA empleen dichos datos puede entrar en conflicto con los derechos de los individuos, planteando retos desde el punto de vista ético y legal. Además, existen otras cuestiones que, dado el ritmo vertiginoso de aplicación de estas herramientas, hay que tener en consideración y plantear para darles respuesta. Por ejemplo, el riesgo de identificar los datos del paciente, la capacidad de las herramientas de IA para establecer relaciones entre datos a través de del big data, el riesgo de que se tomen decisiones sesgadas con base en estos datos, la tendencia a la automatización y la opacidad sobre los elementos esenciales y sobre el proceso por el que un sistema de IA ha llegado a una conclusión que se suman al debate sobre quién debe ser responsable de los resultados de la aplicación de IA en el campo de la salud.

Es por esto que, de cara a poder trasladar estas herramientas a la práctica clínica y contribuir a la digitalización de la Medicina Personalizada de Precisión en el futuro, los profesionales sanitarios, científicos, juristas, poderes públicos y la sociedad en general deberán enfrentarse y buscar de manera conjunta soluciones a estos retos.

Soluciones que, sin que estas herramientas supongan la sustitución del profesional sanitario, permitan que los sistemas de IA se empleen en la práctica clínica por profesionales pasando por la elaboración de códigos de conducta internacionales y garanticen los derechos de los individuos.