Si bien el desarrollo y estudio de la radiómica se encuentra todavía en fases tempranas, la evidencia existente sugiere un gran potencial en el futuro de la aplicación de esta ómica tanto en investigación como en la práctica clínica. Gracias a su capacidad de analizar grandes cantidades de datos, la aplicación radiómica permitirá profundizar en el conocimiento de la diversidad biológica y funcional de los tejidos, así como en el de la heterogeneidad de los diferentes fenómenos patológicos que subyacen a las diferentes enfermedades. Por todo ello, se prevé que contribuirá a la mejora del abordaje terapéutico, a la optimización de la investigación clínica, y al soporte en la toma de decisiones clínicas.

Además, se ha demostrado que la radiómica puede ser relevante para la comprensión y abordaje de todas aquellas patologías en las que la imagen médica juega un papel importante en su diagnóstico y seguimiento como, por ejemplo, las enfermedades reumatológicas o las neurodegenerativas, siendo la oncología el campo en el que se han producido más avances hasta el momento. Los avances computacionales y el amplio desarrollo digital actual contribuyen a que la radiómica genere grandes cantidades de datos relevantes para la práctica clínica en el marco de la Medicina Personalizada de Precisión.

Para lograr esta asociación entre características radiómicas de imagen médica con eventos fisiológicos y patológicos asociados a la enfermedad que tenga una utilidad en la práctica clínica, es necesario informar a los profesionales sobre el potencial clínico de la radiómica y su interpretación, solventar las limitaciones derivadas del acceso a los repositorios de imágenes médicas por motivos de protección de datos y seguridad, disminuir la elevada variabilidad en las imágenes adquiridas y consensuar estándares que permitan la reproducibilidad y validación de los estudios. Con ello se logrará avanzar hacia una medicina más precisa y personalizada.

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